Después de pasar por un período de crecimiento, la industria del petróleo y el gas natural en los Estados Unidos está experimentando ahora uno de los períodos más transformadores de su historia. Los precios del petróleo y el gas han bajado más del 60 por ciento desde su máximo de junio de 2014. Estos nuevos precios reflejan factores como el aumento de la producción en los Estados Unidos, las respuestas competitivas de los productores extranjeros, la disponibilidad de nuevas alternativas energéticas y la preocupación por la ralentización del crecimiento económico.